Gezellig es una palabra en holandés que no tiene traducción a otro idioma y se refiere al cualquier cosa o situación que genere buenas vibras y comodidad.
Amsterdam ha sido sin duda una de las ciudades más fotogénicas en las que hemos estado y aunque estuvimos muy poco, les compartimos un par de nuestras favoritas.
Desde el momento que entras al corazón de la ciudad te enamoras de la mezcla de sus edificios de colores bordeando sus canales, el trafico de biciletas y la cantidad de tiendas y cafés dandole vida a todas sus callecitas.
Nos hospedamos en el W Hotels! Una línea de hoteles que marcan una
combinación de lujo con diseño moderno, espíritu joven y mucha rumba. Y así fue el caso de como empezamos nuestra estadía en Amsterdam: teníamos organizado un paseo en los canales de la ciudad en lo que se llaman silent disco.
Te montas en un barco con un dj, te entregan unos audífonos y todos bailan al ritmo de la música que el dj ponga.
Un plan muy diferente y super cool, no solo por la nueva experiencia para ir de fiesta sino que también es una manera de ver la ciudad desde los canales.
Esa noche decidimos salir a recorrer las calles cerca del hotel. Una cámara en mano y listo, el plan ideal para encontrar uno que otro rincón que llame la atención y traiga una historia incluida.
Esa misma noche tuvimos una invitación especial para tener cenar en el famoso restaurante del W Amsterdam llamado The Dutches. Un restaurante inspirado en la Belle Époque en donde se logra fusionar los sabores del sur de Francia e Italia en lo que se conoce como Nouveau-Niçoise Cuisine.
Recorrimos la zona de Damrak, paramos en los famosas Gingerbread Houses y por supuesto que no podíamos dejar de ir al Bloemenmarkt.
Como les veníamos diciendo, Amsterdam está lleno de restaurante y cafés super lindos para comer o tomar en un ambiente diferente. No pueden dejar de parar en Polaberry para probar sus famosos cakes y fresas, les va a encantar y además son súper fotogénicos! Nos habían pasado una recomendación de lo que eran supuestamente las mejores hamburguesas de la ciudad, y asi mismo fue! No dejen de ir a The Butcher para una buena porción de carne y sabores deliciosos!
Es super interesante todo el concepto que tiene Amsterdam en cuanto a la legalización de la marihuana. Para los que no saben, aquí se vende legalmente y hay cafés especializados para su consumo. Sin duda esto se ha convertido en algo icónico de la ciudad en donde visitas uno de estos cafés ya sea para fumar alguna de las especies de canabbis que tienen o comer los famosos space brownies (brownies con marihuana). Si eres de mente abierta, seguro que será un plan muy divertido!
La noche la rematamos de una manera muy tradicional de Amsterdam. Primero hicimos una parada para una cena en Happy Happy Joy Joy. Tuvimos una buena combinación de platos asiáticos excelentemente acompañados con unos cócteles para arrancar motores; y luego nos fuimos a Supperclub para mover el esqueleto un poco.
Amsterdam es muy conocido por su Red Light District. Al salir de la discoteca fuimos en grupo a recorrer sus calles y ver con nuestros propios ojos de que se trataba esta zona de la ciudad.
Es algo muy diferente a lo que uno está acostumbrado a ver, ves a muchas mujeres en “vitirina” esperando a su próximo cliente o negocioando con alguno. Pues si, este escenario se ha vuelto un punto muy turístico pero la verdad es que esconde una realidad muy oscura sobretodo con el tema de tráfico humano.
En todo caso, es normal visitar esta parte de la ciudad pero también debe hacerse conociendo la historia completa para que tu mente pueda entender el mundo tan diferente que tenemos a nuestro alrededor.
Nos vemos en la próxima aventura,
Gaby y Patrick.